Conozca cómo arrancó el modelo y proceso de distribución de combustible en el país y el inicio de la Cámara de empresarios de Combustible.
Por Francisco Contreras Nájera
El modelo de distribución y venta de combustible que opera en el país tiene una larga trayectoria que inició a mediados de la década de los 70’s. La historia se escribe a partir de 1975, cuando vía Decreto Ejecutivo, se decide la nacionalización de la distribución de combustibles.
Además, por ley, se le prohíbe a RECOPE operar expendios de combustible al detalle, por lo que las estaciones de servicio se trasladan a manos privadas. Este es el antecedente que dió inicio a la operación de empresas que se encargarían de la comercialización a granel de los diferentes productos derivados de los hidrocarburos.
Bajo este panorama, en 1982 nace la Cámara de Empresarios del Combustible en la figura de la Asociación Costarricense de Expendedores del Combustible ACEC, cuya misión es: “fomentar la sostenibilidad integral de los asociados con el fin de representarlos, apoyarlos y asesorarlos para la gestión exitosa de su negocio frente a cualquier organismo rector del gremio u otros”.
La organización hoy reúne a más de 200 estaciones que operan en todo el territorio nacional atendiendo más del 80% del mercado costarricense.
Paso a paso
La decisión de otorgar la comercialización a grupos privados tiene un largo antecedente, cuyo punto de partida se da con la fundación de Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) en 1961, gracias a la gestión de un grupo privado que lleva a cabo acciones para obtener los permisos del Ministerio de Industrias para construir una refinería al amparo de la Ley N° 2426 de Protección y Desarrollo Industrial.
El 28 de junio de 1963, la Asamblea Legislativa aprueba el contrato de Protección y Desarrollo Industrial y RECOPE se establece como la primera industria nacional dedicada a la refinación y producción de combustibles derivados del petróleo. Ese año comienza la construcción de la refinería en Moín, que concluye en 1967; año en que arranca la instalación de la primera línea del poliducto y finaliza el primer plantel de distribución ubicado en El Alto de Ochomogo, Cartago.
Hasta ese momento el transporte de combustibles hacia la Meseta Central se realizaba a través del ferrocarril. Durante los años posteriores a la década de los 60, una comisión especial de la Asamblea Legislativa inicia una investigación sobre el funcionamiento de las distribuidoras privadas y en 1971 dicta un informe final donde se evidencian serios incumplimientos de los contratos otorgados por el Gobierno.
Un año después, en 1972, el Ministerio de Economía emprende gestiones para comprar las acciones de la Refinería, que en aquel momento pertenecen mayoritariamente a la compañía transnacional Allied Chemical. La participación estatal en la Refinería era del 15 por ciento de las acciones y en el primer avalúo se determinó un costo total de $16 millones.
Para 1974, una delegación viaja a Houston, Estados Unidos, para negociar con Allied Chemical. Sorpresivamente el precio de la Refinadora se establece en $1 (un dólar estadounidense), y además se le condona al país, la deuda por cuatro millones de colones que tenía con Venezuela por la compra de petróleo.
El trabajo de Recope:
Para cumplir su misión y visión, Recope ha construido el Sistema Nacional de Combustibles, conformado por el muelle petrolero, localizado en Moín, donde se reciben los embarques de materias primas; el poliducto, un complejo único en Centroamérica, por medio del cual se bombea el producto desde Moín hasta Barranca en Puntarenas, siendo el medio más seguro y económico para el trasiego de combustibles limpios, como gasolinas, diésel y combustibles de aviación; así como cuatro planteles de distribución, venta y almacenamiento, que se interconectan por medio de las líneas de tubería.
El plantel con mayor actividad comercial y operativa se ubica en Moín, donde se encuentra también la planta de refinación ahora en desuso, el parque de almacenamiento más grande del país y la estación de bombeo de producto hacia la meseta central. Le siguen las terminales de El Alto de Ochomogo, La Garita en Alajuela y Barranca en Puntarenas. También cuenta con instalaciones para el suministro de combustible a las aeronaves en los aeropuertos internacionales Juan Santamaría Alajuela, Daniel Oduber en Liberia, así como en el Tobías Bolaños en Pavas, y en el Aeropuerto de Limón. Las estaciones de bombeo están en Moín, Siquirres, Turrialba y El Alto de Ochomogo.
Los productos que comercializa Recope son Gasolina Súper, Gasolina Plus, Diésel, combustible de aviación, Gas Licuado de Petróleo, emulsiones asfálticas y asfaltos.